Entrevista completa de Lady Gaga para la revista NME


Lady Gaga ocupa la nueva portada de la revista NME junto a una entrevista donde habla de temas relacionados a su nuevo álbum "Joanne", a su familia y a su carrera musical. A continuación puedes leer el artículo traducido:


El 9 de septiembre, Lady Gaga tomó el escenario del club Moth en Londres, un lugar pequeño con paredes doradas y una cortina de papel de regalo brillante en el escenario. Con un crop top gris y pantalones plateados, debutó 'Perfect Illusion', su nuevo single rockero de su nuevo álbum "Joanne", el cual sale a la venta hoy. En él Gaga hace country, rock, disco, pop y todos los puntos intermedios. Hay un dueto con Florence Welch que suena como 'Bennie And The Jets' de Elton John, una canción de amor dedicada llamada 'John Wayne' y una canción pop rara con Beck en la cual toda la letra parecen ser eufemismos de la masturbación. En la portada: Lady Gaga de perfil, casi sin maquillaje. Es una cara que debería ser reconocible, pero de alguna manera no lo es.

Para la gente concentrada en el club Moth debe haber sido como un encuentro alienígena –ver una verdadera, intocable superestrella bajo los focos de un club que recuerda al tocador de Del Boy Trotter [personaje ficticio]. Pero ese es el secreto de la experiencia "Joanne". Mientras que es un álbum que va en muchas direcciones, todas son populistas y accesibles –forraje para la máquina de discos, o para ponerle banda sonora a tus hot dogs durante el show de medio tiempo del Super Bowl del próximo año. Gaga está de vuelta y quiere ir a tomar una cerveza contigo. Excepto, insiste ella, que no es tan cínica.

"Ninguno de mis trabajos han tenido una construcción deliberada – siempre son una expresión de quién soy en ese momento y dónde estoy en mi vida", dice Gaga, al teléfono desde una "localización desconocida" en el desierto. "Mi intención fue, ya sabes, conectar con la gente que normalmente no conectaría con alguien como yo".

Frase interesante, porque ¿qué, exactamente, es Lady Gaga? En su debut en 2008, las cosas eran simples: cantaba sobre la fama y, como resultado, se hizo famosa – montruosamente famosa, con 15 millones de discos vendidos y un espectacular tour de 203 fechas en arenas, que recaudó más de $200 millones. Tras eso, su segundo álbum "Born This Way" celebraba la individualidad y elevaba el concepto "Gaga" al punto en que en una edición la convertía en mitad humana, mitad un híbrido de moto. Después vino un álbum muy conceptual en 2013, "ARTPOP", la artista como un objeto de arte. Sus singles fracasaron y su contexto probaba a los oyentes, predicando más hacia su conjunto de Little Monsters – el grupo de fans creyente que se refiere a ella como "Mother Monster" y la siguen como a un gurú.

Gaga deja a un lado la idea de que el álbum fracasó ("Me sentí, para ser honesta, más conectada a mis fans que nunca cuando hice 'ARTPOP', especialmente durante el 'artRAVE Tour'", insiste ella), pero admite que no todo fue un camino de rosas. Poco después de su lanzamiento, se planteó dejar la música para siempre. O, mejor, apartarse del juego de la fama.

"Pasé por una época realmente depresiva en mi vida donde no era capaz de ver mi propias habilidades o mi propio talento", dice. "Y cuando pierdes el sentido de ese tipo de cosas, entras en un espiral. Pero ya sabes, para el mundo ‘dejar la música’ significa una cosa y para mí significa otra. Me refería a darme por vencida de sacar música, en lugar de tan sólo hacerla para mí misma, que es lo que me hace realmente feliz. Cuando te haces famoso o te conviertes en una estrella, están todas estas otras cosas que empiezan a pasar, y tienes que trabajar en el sistema, especialmente en la industria de la música hoy en día, la cual es muy diferente. Tienes que entrar en esta guerra por el streaming y es una absoluta pesadilla existir como una artista porque las cosas no son sobre la música, sino que todo gira entorno a los negocios, y eso no representa quien yo soy, para nada. Al final del día, quien realmente soy es esa niña pequeña a la que le encantaba tocar el piano. Así que una vez que empiezas a poner a esa niña pequeña en el sistema, las cosas empiezan a ir más o menos... bien, ¿por qué estoy haciendo esto? Lo que quiero para mis fans y para el mundo, cualquiera que sienta dolor, es que se apoyen en ese dolor y lo abracen tanto como puedan, y empiecen con su proceso de curación". Así que eso es lo que ella hizo.

Para Gaga, el proceso de curación parecía incluir tantas máscaras como fuese posible, haciendo girar partes existentes de su arte hasta proyectos más grandes que desafiaron a sus fans a un nivel más allá. En 2014, la Gaga más jazz lanzó el álbum "Cheek To Cheek" con el pionero Tony Bennett. En 2015, Gaga convertida en una niña de Broadway interpretó un popurrí de canciones de ‘The Sound Of Music’ en los Oscars. Es mismo otoño, la Gaga actriz cogió un papel protagonista en la serie de televisión 'American Horror Story' y por esta ganó un Globo de Oro. Su última aparición pública en un evento de gran renombre fue en los premios Grammy, el pasado mes de febrero, donde realizó un tributo al fallecido David Bowie. El hijo de Bowie, director de cine Duncan Jones, lo calificó como ‘mentalmente confuso’ en Twitter.

"Realmente no quería hacerlo cuando me llamaron al principio porque era muy pronto tras ello [la muerte de Bowie] y me sentía muy incómoda, pero di lo mejor de mí para montar algo que esperaba que fuese el momento cumbre de la noche", dice ahora. ¿Hicieron daño los comentarios de Jones? "Sí. Lo hicieron. Dolió", dice despacio. "¿Pero qué se puede hacer? No puedo... es su padre, ¿sabes?".

Una buena pregunta, en medio de todos estos cambios, era esta: ¿dónde había ido la divertida, escandalosa, a prueba de balas estrella del pop? Y hoy, Gaga acredita a la fallecida Joanne Germanotta por haberla sacado de ese ‘espiral’ y traerla de vuelta a esa persona.


Joanne era la tía de Gaga, quien murió a causa del lupus ocho años antes de que Gaga naciera. La cantante lleva uno de sus nombres –Stefani Joanne Angelina– por la hermana de su padre, y siente que sigue viva dentro de ella.

"He tenido fe toda mi vida en que había alguien cuidándome, un guía espiritual, un guía de mi alma", dice. "Un ángel flotando por algún sitio, quien ne ayudaría a encontrar mi camino".

Idealizando la idea de que su tía estaba pendiente de ella, Gaga profundiza en la relación con su padre.

"Creo que me he dado cuenta que durante muchos años sentí en mí la responsabilidad de curarlo, pero en realidad no es realmente mi responsabilidad", dice. "Nunca entendí la rabia y el dolor de mi padre, pero entender la pérdida de su hermana en el álbum Joanne, me ayudó a entender mejor de donde venía su dolor, y de donde venía mi dolor, porque venía de él. Soy quien soy gracias a mi familia y cargué con mucha vergüenza durante mucho tiempo por ser rebelde. Pero me he dado cuenta de que lo cabeza dura en mí es algo que viene de algo que vino antes de mí, y todo por lo que pasó mi familia y su familia antes de ellos".

Puede, sugiero, que sorprende a la gente oír que se siente avergonzada por algo. Gaga, con orgullo, se alza contra el bullying y la intolerancia –su "Born This Way Foundation" trabaja por esa causa– pero también se alza por una confianza dominante sobre uno mismo. No sacas un vestido de carne de tu armario una tarde cualquiera.

"Bien, digo vergüenza porque soy católica", dice. "Incluso en la Biblia, dice que si cantas eres una prostituta. Este tipo de cosas se atan a ti cuando cuando eres joven. Así que mientras iba creciendo y era de la manera que era –muy diferente, muy única– ya había gente en el colegio riéndose de mí o mi padre diciéndome que era desafiante o una ‘chica mala’, esas cosas se quedan contigo y vuelven a aparecer cuando una racha de negatividad llega a tu vida".

La Gaga adolescente, dice ella, era "una verdadera chica de Jersey" –crop tops, pelo con mucho volumen, llena de maquillaje. "Era una mujer joven divertida que estaba buscándose a si misma, pero que crecía en un ambiente familiar italo-americano, donde ese tipo de cosas no están muy bien vistas".

Es un sentimiento que continuó cuando empezó a actuar, pero comenzó durante su pubertad. "Al crecer, de alguna hay una cierta vergüenza en tu condición de mujer, como que, tan pronto como te salen los pechos o tan pronto como ya pareces una mujer, esto puede crear un conflicto en casa", dice.


Un sentido de mirar atrás al pasado de Gaga siempre está presente en "Joanne". La canción 'Diamond Heart' cuenta la historia de una chica que trabaja como bailarina go-gó para poder llegar a fin de mes, como el sueño americano roto sobre el que canta Bruce Springsteen. Esa chica, confirma Gaga, es ella. "Es completamente autobiográfica", dice. "Cuando me mudé al centro [de Nueva York] con 17 años hice go-gó. Recuerdo mirar a los hombres y pensar en mí: 'Ponlo sobre mí. Sé que crees saber lo que soy, pero la verdad es que puede que no sea perfecta –sí, ¡papá!– y puede que no sea impecable –¡Papá! ¡Mundo!– pero tengo un corazón de diamante. Tengo un espíritu bueno y fuerte dentro de mí'. La vida es una pelea de perros para mucha gente. Cuando encuentras el pitbull dentro de ti, eso es Joanne".

Para un álbum lleno por la complejidades de la relación padre-hija, la comuna de colaboradores con Gaga en "Joanne" hace una lectura interesante. Parecía que tuviera un grupo de moteros hipster-rock –Father John Misty, Josh Homme, Beck, BloodPop, Kevin Parker y Florence Welch– y se los llevó al desierto de California a trabaje con el gran productor Mark Ronson. Suena, debe ser dicho, un mal ambiente.

"Eran un montón de jóvenes, pero lo que es genial es que era un club de chicos y me dejaron pasar. Para aceptarme como músico fue un gran momento de curación en mi vida, no ser tratada como cualquier otra estrella del pop".

Esa, realmente, es la clave: Gaga no es tan sólo otra pop star, y "Joanne" no es tan sólo otro álbum. En este momento en el que escribo, cuatro horas distantes de su lanzamiento, el trabajo todavía está bajo llave para todo el mundo, menos para algunos privilegiados como nosotros a los que se nos ha permitido escucharlo en un iPod en las oficinas de su discográfica. Pero 'Perfect Illusion' –que ya ha sido lanzada– puede que no haya sido el hit para el regreso que podías esperar, posicionándose en el 12 en Reino Unido y en el 15 en Estados Unidos. Fuera de la fe de los Little Monsters, algunos se preguntan si Gaga todavía tiene ese algo. Gaga no está para ser sacudida.

"Las opiniones son como los culos; todo el mundo tiene uno", dice. "Definitivamente no hice este álbum teniendo en cuenta la opinión que el mundo tiene sobre mí a través del retrete que es Internet. Tuve en cuenta las opiniones de Mark Ronson y mis colaboradores, y la mía propia. Porque tengo que confiar en mi propia opinión. No quiero sonar arrogante, porque realmente no pienso que sea una persona arrogante, perdí después de haber venido 80 millones de discos, tienes que ponerte tipo: 'Vale, ¿por qué rayos tiraría ahora mismo la toalla para preocuparme por lo que la gente piensa de mí?'".

Tiene razón. Pero sospechas que hay otra opinión que ella consultó: la de su padre, quien inspiró muchísimo al proyecto. Así que, ¿le gusta?

"Jamás lo olvidaré", dice. "Estábamos masterizando el álbum en Nueva York y mi padre estaba como, 'Sabes, Dios, DIOS, has creado un montón de grandes canciones, pero esto, ¡esto es REALMENTE un trabajo genial!'. Así que a mi padre le encanta. Pero es mi padre, así que...".

Esta es la nueva Gaga entonces; más fácil de encontrar en el Joanne Trattoria en Nueva York, el restaurante que lleva con su familia, que en la discoteca; más fácil verla llevando pantalones vaqueros que un vestido hecho de ranas Kermit. ¿Es la verdadera Gaga o una Ilusión Perfecta? Felizmente, puede que nunca lo sepamos.

¡Muchas gracias a nuestro amigos de Lady Gaga Spain por la traducción!
Si copias la traducción, menciona sus respectivos créditos.

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