Pop grande y descarado con un lado introspectivo
Para una superestrella mundial a la que no le faltan privilegios, Gaga tiende al solipsismo, pero en su sexto álbum, se apropia de sus propias experiencias dolorosas.
Pocos artistas han tenido tantas éras como Lady Gaga. Hubo una época de provocadora del pop, cuando usaba vestidos hechos de carne cruda y se transportaba a lo largo de la alfombra roja en un huevo. Hubo una época de jazz, cuando después del fracaso relativo de su tercer álbum ("ARTPOP vendió 2.5 millones de copias, para sus estándares, una decepción comercial), dejó de perseguir las listas para hacer un disco con Tony Bennett. Hubo una época country pop, cuando se obsesionó tanto con la hermana fallecida de su padre (que murió antes de que naciera Gaga) e hizo un álbum completo sobre ella. Y luego estuvo la era de los premios Óscar, cuando siguió los pasos de Janet Gaynor, Judy Garland y Barbra Streisand para asumir el papel protagonista en "A Star is Born" (2018). No en vano, la artista nacida como Stefani Germanotta a menudo es mencionada en el mismo aliento que David Bowie.
Entonces, ¿qué era representará "Chromatica"? Musicalmente hablando, el álbum es un regreso al pop grande y descarado que Gaga apenas ha tocado desde 2013 (con la posible excepción de "Perfect Illusion", la atípicamente débil de "Joanne"). Co-escrito y producido por BloodPop, se llama "Chromatica" porque "son todos los colores, todos los sonidos", dijo a Zane Lowe, de 34 años. Todos los sonidos de hecho. Rechazando los escasos golpes pasivos-agresivos que han proliferado en el mainstream del pop mientras Gaga ha estado lejos de él, el álbum tiene ritmos que te golpean la cabeza. Para 16 pistas, apenas se respira.
Hay toques de house ácido en canciones como "Free Woman", que suena muy diferente a "Love is Free" de Robyn & La Bagatelle Magique, mientras que "Alice" es electrónica en menor sentido. En otra parte, Gaga encuentra humor en lo hiper-teatral: "Podemos festejar como si fuera B.C. (Antes de Cristo) / Con una bonita sonrisa del siglo XVI", canta en "Babylon", que no sonaría fuera de lugar en RuPaul’s Drag Race.
A pesar de su sonido extrovertido, "Chromatica" es un álbum profundamente introspectivo. Estos son himnos de duda, autorreflexión, autodestrucción y autodeclaración, cantados por alguien que ha atravesado un abuso sexual, una enfermedad crónica y una depresión debilitante. "Mi mayor enemigo soy yo", canta en "911", "Sigo repitiendo frases de autoodio / He escuchado suficiente de estas voces". En "Plastic Doll", lamenta la forma en que la adoración se convierte en objetivación una vez que te conviertes en propiedad pública, ella canta: "Tengo cabello rubio y labios de cereza / Soy vanguardia, soy un microchip / ¿Soy tu tipo? ¿Soy tu tipo?".
Su voz es tan rica y estridente como siempre, su enunciado es puro Broadway. "Amas a los paparazzi, amas la fama / Aunque sabes que me causa dolor", canta en "Fun Tonight". Cuanto más desesperada es la letra, más florece la melodía. "Siento que estoy en una prisión del infierno / Meto las manos a través de las barras de acero y grito". Hay un ambiente de "¿no estás entretenido?" en todo este asunto.
Para una superestrella mundial a la que no le faltan privilegios, Gaga tiende al solipsismo [cuando alguien piensa que no hay otra realidad más allá de la de uno mismo]. "No te vuelvas loca por todo esto", le advirtió su abuela en el documental de 2017 "Gaga: Five Foot Two", recordándole suavemente que Joanne había estado muerta por "más de 40 años". Pero en ese álbum, Gaga se estaba apropiando, hasta cierto punto, del trauma de alguien que nunca había conocido, aquí se está apropiando de sus propias experiencias dolorosas.
La colaboración de Ariana Grande "Rain on Me" se las arregla para hacer el trabajo ligero de una metáfora algo torpe: la lluvia representa lágrimas, le dijo a Vulture, pero también al alcohol. "Prefiero estar seca / Pero al menos estoy viva", dice el estribillo pop house. Es una especie de encogimiento de hombros desafiante; Las cosas pueden no ser geniales, pero podrían ser peores.
"Chromatica" es un álbum extravagante, a veces un poco exagerado, pero sospecho que seguirá revelándose con el tiempo. Y en ese punto, ella pasará a la próxima era.
Calificación en Metacritic
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Escrita por Alexandra Pollard para The Independent.
Traducción por Lady Gaga Monster Blog.
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