"Chromatica" de Lady Gaga baila a través del dolor y el trauma
Lo más importante: se siente extraño escuchar música dance en un momento en que las discotecas y las salidas nocturnas con amigos son algo imposible. Al igual que muchas de las alegrías que la gente ha logrado encontrar en cuarentena, fiestas de baile en la cocina y celebraciones compartidas a través de Zoom y FaceTime —con un alivio necesario y alegrías tanto reales como genuinas— a veces también pueden sentirse teñidas con un toque de delirio. Pero "Chromatica" se siente como una respuesta apropiada a la vacante creada por esta disonancia. Como gran parte del trabajo de Lady Gaga ha hecho en el pasado, este álbum ofrece algunos éxitos verdaderos y honestos sobre el trauma, el dolor, la adicción y la idea misma de lo que significa estar defectuoso y cómo esta idea cambia dependiendo de quién la defina.
Lo bueno: "Chromatica" descubre que Lady Gaga regresa a sus días dance pop, antes de "A Star Is Born" y el despojado "Joanne", y ofrece afirmaciones refinadas de identidad y dolor. El álbum extrae un significado del sonido en sí, no solo en la unificación del pop optimista con temas tristes y conflictivos, sino también en su atención a la forma en que hacer música puede ser un proceso de curación y trabajo a través del trauma. Esto surge en la determinación de iniciar una búsqueda en "Alice", las repeticiones atormentadas de "Replay", y la balada tensa y con sintetizadores "Sine From Above", que encuentra a Gaga y Elton John explorando el alivio y la revelación que a menudo trae la expresión creativa. "Chromatica" saca mucho provecho de sus colaboraciones de alto perfil, con Ariana Grande combinando los tonos expresivos de Gaga en "Rain on Me" y las integrantes de BLACKPINK, un buen equipo, agregando sus voces acrobáticas a "Sour Candy". A lo largo de todas estas pistas, el tono general se mantiene constante y colorido, con sintetizadores, voces de fondo reforzadas y ritmos trepadores que anclan las confrontaciones de Gaga con experiencias pasadas, fuerzas circundantes y, sobre todo, ella misma.
En el Manifiesto de Chromatica presentado junto al álbum, la explicación de Gaga de lo que "Chromatica" significa para ella está explícitamente vinculada con sus ideas generales sobre lo que el arte y la música significan para ella. "No puedo terminarlo aquí", dice en el manifiesto. "Sería como declarar que nunca volveré a hacer música o que nuncá volveré a ser Lady Gaga". El encuadre y la intención del álbum es un poco difícil de analizar al principio, pero hace que las cosas encajen al final del manifiesto cuando expresa que no es un final sino su "nuevo comienzo". De principio a fin, "Chromatica" ofrece una sensación de búsqueda insistente y persistente, todo a través de un filtro dance electrónico retro que nunca falla. Y particularmente cuando se trata del yo interno y la verdad interna, la búsqueda nunca es algo que pueda concluirse. Se siente bien que Gaga termine con "Babylon" con el estilo de Madonna, sobre los peligros de confiar en las opiniones externas y los chismes de los demás sobre lo que uno verdaderamente sabe de uno mismo.
Lo malo: si bien el tema de "Chromatica" es audaz y claro, la música en sí misma podría haber salido de las líneas que Gaga ha trazado en sus anteriores trabajos, aunque puede ser una gran pregunta para alguien cuyos anteriores trabajos ya la establecieron tan minuciosa y hábilmente como una artista atrevida, extrovertida y, a veces, incluso escandalosa. Muchas de estas canciones se mezclan entre sí tan a fondo que el álbum pierde alguna oportunidad que podría haber tenido para ofrecer algo diferente. Algunos de los aspectos del álbum que al principio parecen diferenciarlo a nivel superficial —como los instrumentales breves y cinematográficos titulados "Chromatica" que presentan cada tercio del álbum— se sienten como características menos memorables y menos interesantes, y quizás menos necesarias comparado con el trabajo que están haciendo otras partes del álbum.
El veredicto: el enfoque de Gaga, tomando inseguridades y pensamientos que se sienten personales y privados —vulnerabilidad a la prensa, desencadenantes del trastorno por estrés postraumático y el romance— y convertirlos en música para bailar, nos quita nuestras expectativas tradicionales de introspección, de la misma manera en que ella suele hacer tan buena música pop. Gaga ha sido una fuerza irrevocable para ayudar a crear este paisaje musical multidimensional, a la vez atrevido y vulnerable e inventivo, no solo con "Chromatica" sino con todo el trabajo que ha realizado durante la última década. Como ella misma ha dicho, "Chromatica" es al menos en parte una presentación de lo que para ella significa hacer música. "Esta es mi pista de baile / por la que luché", canta en "Free Woman", una línea que tiene una resonancia más allá de sí misma en este momento específico: bailar es casi siempre algo por lo que se lucha de una manera u otra, pero particularmente para aquellos quienes han pasado por experiencias traumáticas, y el poder de crear el espacio para poder bailar nunca se toma a la ligera.
 Calificación en Metacritic |
Escrita por Laura Dzubay para Consequence of Sound.
Traducción por Lady Gaga Monster Blog.
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