Una nueva crítica especializada de "A Star Is Born" ha llegado luego de la premiere en el Festival de Cine de Venecia, la cual contribuye al conteo de Metacritic.
El crítico de cine Joshua Rothkopf, representante del sitio Time Out, elogió la actuación de Lady Gaga expresando que es "una revelación que funde el material con toda el alma y vulnerabilidad", pero criticó el rol de Bradley Cooper como director diciendo que su trabajo fue "modesto y poco atractivo". A pesar de esto, otorga una calificación muy buena. Lee la publicación traducida a continuación:
Lady Gaga es una revelación en la nueva versión de la trágica historia de la fama, fundiendo el material con toda el alma y vulnerabilidad.
Llamar a la nueva A Star Is Born un proyecto aburrido de la estrella, Lady Gaga, para sus fans suena un poco tímido y delicado, así que vamos a llamarlo como realmente es: un beso francés caliente (con la lengua llena), lleno de pasión, lágrimas y una asombrosa cantidad de osadía. Generosamente emocional y aún más divertida para la película, funciona como algo parecido a una historia de origen Marvel, con la propia mitología de Gaga, arrasando en cabarets lleno de drags, etc., también sustituyendo los antecedentes de su personaje. Es más que inteligente haberla contratado; es esencial para que la película incluso funcione.
Pero ver a su personaje, Ally, convertirse en una estrella, especialmente en el escenario durante los momentos en vivo de la película, lo que se siente aterrador, masivo y ensordecedor, es una increíble pieza de evolución. Gaga realmente está actuando aquí: tímida, de alguna manera más pequeña, temblando de emoción. Incrementalmente, ella florece en el centro de atención, orgullosamente saludando al estilo Streisand, y su gran voz completa la transformación. Ella es extraordinaria, y tuerces los dedos para que ella sea una supernova de acuerdo con la trayectoria consagrada por el escenario.
Sin embargo, el director y coprotagonista Bradley Cooper tiene algo más en mente. Así como su propia actuación -como Jackson Maine, el rockero de esta película- termina siendo una de esas burdas barbas masticables (si recuerdas la versión de 1976, podrías describirla como "Kristoffersonian"), su dirección del drama es subestimado: modesto y poco atractivo. Está tratando de hacer una versión "real" de estas historias más gloriosas (lo que sea que eso signifique), y amas que Cooper parezca haber aprendido más del modesto director Clint Eastwood de la película American Sniper, que del hiperactivo David O. Russell de American Hustle.
El resultado es una película que inyecta sus interacciones con la crudeza y la credibilidad de una conversación real. Ves que no es sólo un romance nervioso en su corazón, sino a través de la mirada preocupada del mánager de la figura paterna de Jackson (un fenomenal Sam Elliott, próspero y justo durante sus enfrentamientos). La película se convierte en una historia de dependencia de drogas, recorriendo con tensiones musicales que varían entre el estilo de vida de Neil Young y la reinvención pop de Ally.
Sobre ese último punto, y es más que una simple objeción: Gaga y Cooper mantienen las cosas tan arraigadas y reales, que Ally siempre parece reconocible como humana (escuchando la versión rompecorazones original de Janet Gaynor en 1937), en lugar de convertirse en la creación plástica de bordes afilados que sabemos que Gaga es capaz de hacer. Es una leve timidez lo que le roba a la película parte de su ironía central: Ally llega a la puerta de la fama, pero ¿a qué precio? De todos modos, una actriz como Judy Garland no pudo lograr lo que Gaga está haciendo aquí; una ganancia verdadera. ¿Habrá un "Evergreen" [canción de A Star Is Born con la que Barbra Streisand ganó el premio Oscar y Grammy en 1976] en la película? Tal vez: un número final arrebatador es "I'll Never Love Again", material que podría dominar los Oscars.
Si copias la traducción, menciona los respectivos créditos.
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