Traemos una nueva crítica de "A Star Is Born" que se suma al conteo de Metacritic, precisamente escrita por la crítico de cine Stephanie Zacharek a través del sitio de la prestigiosa revista Time.
En su nota, que culmina con una calificación muy positiva, elogia el rol de Bradley Cooper como director asegurando que él creó "un melodrama excelente para la era moderna", y también destaca que Lady Gaga logró brillar en la piel de Ally. Lee la publicación traducida a continuación:
¡ALERTA DE SPOILERS!
Sólo hay un antídoto para el mundo en que vivimos, una era de ansiedad política, envidia en Instagram, ensayos personales que tratan experiencias básicas de la vida como tragedias inmensas, y selfies: necesitamos más melodramas, películas que muestren seres humanos haciendo todo el tipo de elecciones equivocadas, enamorándose de las personas por las que debían correr a una milla de distancia, y al final recuperar los pedazos perdidos de sí mismos, todo ello mientras que parecen fabulosos. La exageración es el secreto, un melodrama sin gusto y sensible no es un melodrama directo. Y tú necesitas una estrella que pueda irradiar el sufrimiento notable con grandeza. Alguien como Lady Gaga.
"A Star Is Born", de Bradley Cooper, fuera de competencia aquí en el Festival de Cine de Venecia, está justo en el lado correcto del buen gusto, lo que quiere decir que está ligeramente en el lado equivocado: podría ser más gracioso en su expresión de grandes emociones humanas y los tristes fracasos humanos. Pero funciona de todos modos: sales sintiendo algo por estas personas, personas con defectos que intentan mantener juntas sus partes, o reparar las grietas de las personas que aman. Cooper interpreta a la encantadora estrella del country Jackson Maine, un hombre que pasa por cada show y se pierde en la bebida. También está perdiendo su capacidad auditiva, aunque por supuesto está en negación al respecto, sin importar cuánto su hermano y cuidador sustituto, Bobby (Sam Elliott), trate de convencerlo.
Entra Lady Gaga, la superestrella que nació como Stefani Germanotta, aunque la película no la acredite como tal, como Ally, una trabajadora de un restaurante que también canta y escribe canciones. Después de tambalearse a través de uno de sus propios shows, Jackson la ve actuar en un bar de drag queens, las reinas la aman, así que están felices de tenerla en el escenario. En su pequeño vestido de encaje, con cejas hiper teatrales, como finos paréntesis negros, pegados sobre los suyos, es como un extraterrestre de Planet Song, abriéndose paso a pulso a través de "La Vie en Rose". Si estás buscando comparaciones con Janet Gaynor, Judy Garland o Barbara Streisand, las otras estrellas de "A Star Is Born" (esta es la tercer o cuarta remake, dependiendo de si cuentas o no "What Price Hollywood?" de George Cukor en 1932), Gaga no se parece mucho a ninguna de ellas: es más como Liza Minnelli, quien canalizó parte de la fragilidad de su madre pero la atenuó con ligereza. Cuando Ally canta, ella es menos una criatura arcoiris que un hada de otro mundo que ha aprendido rápidamente las cuerdas de nuestro propio fuego y de la tierra.
No es de extrañar que Jackson se enamore de ella. Ella se convence de que tome una copa después de la fiesta con él y se pelea a puñetazos para defenderlo de un patán agitando la cámara de un teléfono en su cara: este es el comienzo de un patrón, el de la mujer que intenta salvar al hombre, pero su osadía es sorprendente. Jackson la lleva a una tienda y le pone una bolsa de verduras congeladas en la mano; él es el cuidador por ahora. Luego, mientras se sientan en el estacionamiento nocturno, él se quita los anillos, para que no se peguen, cerrando los labios suavemente alrededor de sus dedos hinchados. Ella le devuelve el favor cantando, a petición suya, un fragmento de una canción que ha escrito. Es una escena encantadora, una viñeta de pincelada de dos personas que encuentran encanto en el otro.
Si has visto alguna de las versiones anteriores de "A Star Is Born" -la de 1937 con Gaynor y Frederic March, la de 1954 con Garland y James Mason, o la de 1976 con Streisand y Kris Kristofferson- sabes cuán equivocada puede llegar a estar esta historia. Y si eres nuevo en esta fórmula en particular, bienvenido. La versión de Cooper demuestra que siempre hay una manera de refrescar el material viejo. Las mejores escenas son las primeras, en las que Jackson, con verdadera generosidad, le da un impulso a la carrera de Ally, primero invitándola al escenario para una canción, y luego convirtiéndola en una verdadera compañera.
La gran pregunta que ha estado flotando en el aire durante meses es: ¿Puede actuar Lady Gaga? Es una pregunta ridícula. Los cantantes a menudo son fabulosos actores. Están preparados para ello: todo canto es actuar. Pero lo sorprendente de Gaga es lo carismática que es sin su habitual maquillaje de escenario extremo, pelucas extravagantes y disfraces ingeniosos. Es un placer mirar su rostro, sin adornos, con esa nariz extraordinaria que define la cara; es como descubrir un nuevo país. Más adelante en la historia, cuando la carrera de Ally despega mientras Jackson se esfuma, Gaga es menos cautivadora aunque no menos agradable: Ally se conecta con un mánager que cambia su imagen (Rafi Gavron), convirtiéndola de una cantante-compositora a una sirena pop con el cabello muy rojo y ropa cada vez más teatral. Aquí es donde la película pierde algunas bocanadas de vapor. Es difícil no perderse en el rostro sin adornos de Ally y el cabello castaño oscuro: es posible que quieras más Germanotta y menos Gaga. Aun así, Ally, la superestrella, no es tan mítica como la misma Gaga. De hecho, a medida que las creaciones pop van, ella es bastante promedio, aunque ciertamente conoce su camino en torno a una poderosa balada.
Y ella sigue siendo la estrella de todo este espectáculo. Como su coprotagonista y director, Cooper muestra una generosidad artística casi cortesana. La historia básica de "A Star Is Born" está orientada para que compadezcas al hombre casi más de lo que admiras a la mujer. En cada versión, el hombre amenaza con robar el espectáculo con su propia degradación; la fortaleza protectora de la mujer es mucho menos interesante. Pero como actor, Cooper se desvanece en la esquina en los momentos adecuados, lo que permite a Gaga brillar. Él reconoce que, como intérprete, es más grande que la vida; él es casi de tamaño natural, y no hay vergüenza en eso. También crea un escaparate adecuado para actuaciones pequeñas pero fabulosas de gente como Dave Chappelle (como uno de los amigos más sensatos de Jackson del mundo de la música) y Andrew Dice Clay (como el padre de Ally, Lorenzo, que conduce limusinas).
Cooper también hace algunas elecciones inteligentes en la trama. (El guión es de Eric Roth, Cooper y Will Fetters). La muerte de Jackson se maneja con sensibilidad, nada como que Kris Kristofferson se estrelle su auto solo para que Streisand pueda correr a la escena y acunar su cabeza sin vida con tristeza. (¿Quién pensó que era una buena idea?) Y mantiene el cine sencillo y sin adornos. Es maravilloso ver a un cineasta debutando que esté más interesado en la narración eficaz que en impresionarnos; contar una historia efectivamente es bastante difícil. Lo mejor de todo es que Cooper ha logrado hacer un melodrama excelente para la era moderna. Esta es una historia de grandes personalidades e incluso errores humanos más grandes. En estos días, siempre estamos listos para nuestros primeros planos. Qué alivio darle la bienvenida al escenario a otra persona para un cambio.
CALIFICACIÓN - 90 DE 100
Traducción por Lady Gaga Monster Blog.
Si copias la traducción, menciona los respectivos créditos.
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